La caja negra representa este concepto
que nos permitió aunar dos frentes de acción que pretendíamos
plasmar a la hora de realizar este fanzine y que aparentemente
carecen de conexión.
Creemos que tras lo cotidiano se
esconde un potencial trasformador muy poderoso y al mismo tiempo
accesible. También creemos que la óptica feminista y vegana aportan
muchas herramientas para acometer dicha transformación.
Escoger una alimentación vegana es
escoger una alimentación más reflexiva, no especista, respetuosa
con la naturaleza y autogestionada. Hacer la revolución desde
nuestras ollas y nuestras cucharas. Optar por resolver de una forma
más consciente una necesidad de la que no podemos prescindir. Atacar
directamente a las pautas de consumo establecidas y al sistema de
producción de alimentos tan sangrante y carente de ética ecológica
y animal. Rechazar la alienación nutricional que nos hace consumir
productos hormonados y nocivos para nuestra salud.
Escoger una sexualidad y afectividad
más libres y prurales ataca directamente a la heteronormatividad y
la construcción de la pareja monogámica y por tanto a la familia,
eje sobre el que se articula el patriarcado y la economía
capitalista.
Pero el empoderamiento del cuerpo
también implica una batalla de piel para adentro contra la tiranía
de los expertos, contra la colonización de nuestras mentes por
nociones implantadas desde arriba, y la reconfiguración de nuestro
lugar en el mundo al margen de las categorías y roles biológicamente
asignados.''
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